I Encuentro ELE PUCP | Entrevista a la Mg. Raquel Carranza (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina)

1. ¿Podría contarnos un poco sobre las iniciativas de la Universidad Nacional de Córdoba con respecto a la enseñanza del ELE en Argentina?

La Enseñanza del Español como Lengua Extranjera en la Universidad Nacional de Córdoba se remonta al año 1983. El Área depende de la Facultad de Lenguas. Se ofrecen cursos a la comunidad extranjera que arriba a la Ciudad de Córdoba por diversos motivos (laborales, de estudios, turísticos o personales). En el año 2008, se crea específicamente el Programa de Español y Cultura Latinoamericana (PECLA), en la órbita de la Prosecretaría de Relaciones Internacionales dependiente del Rectorado de la Universidad. Este Programa está destinado a la enseñanza del español como lengua extranjera a estudiantes universitarios que se inscriben en la UNC para realizar estudios superiores. De esta manera, la Universidad ofrece actualmente dos ámbitos para la enseñanza de ELE, con destinatarios bien diferenciados.

En función de la experiencia desarrollada y de la demanda de formación específica, en el año 2003, se comienza a dictar la Maestría en Enseñanza del Español como Lengua Extranjera. Se orienta a la formación de profesionales que puedan desempeñarse en el campo de la enseñanza, de la investigación, del diseño de programas y evaluaciones, de la elaboración de materiales, entre otras posibilidades. En el año 2015, se publica el libro Investigaciones en español lengua extranjera, que constituye una compilación de investigaciones llevadas a cabo por tesistas de MAELE, como parte de sus trabajos finales de la carrera.

En el año 2004, la UNC impulsa, conjuntamente con otras dos universidades (Universidad de Buenos Aires y Universidad Nacional del Litoral), la conformación del Consorcio Interuniversitario ELSE que reúne en la actualidad a dos tercios de las universidades nacionales argentinas. Uno de sus logros fue la creación del Certificado de Español Lengua y Uso (CELU), mediante el cual se certifica, a través de una evaluación, la capacidad de un hablante no nativo para desempeñarse en español. Este certificado cuenta con el reconocimiento del Ministerio de Educación y del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto de la República Argentina. Se administra en las universidades que forman parten del Consorcio y también en otros países entre los que se destacan Italia, China y Brasil, donde las certificaciones tienen reconocimiento oficial. Se trata de un examen de dominio por lo que cualquier variedad dialectal que se utilice permite a los postulantes desempeñarse sin inconvenientes. Además de la administración de las evaluaciones, el Consorcio organiza encuentros académicos con el objetivo de compartir investigación y experiencia en el área de evaluación de ELE. El primer Coloquio CELU se realizó en el año 2005 y, en el año 2009, la Universidad Nacional de Córdoba fue la organizadora del V Coloquio: Lengua, Identidad y Procesos de Integración Regional – Evaluación y certificación en relación con estos procesos.

Por último, entre las iniciativas a destacar, cabe mencionar que en el año 2014, producto del trabajo de un equipo de profesores del Programa PECLA, se publicó una serie de manuales destinados a estudiantes de ELE. Los libros Horizonte ELE 1, 2, 3 y 4 promueven un aprendizaje que procura desarrollar de manera integral las macrohabilidades lingüísticas en español. Asimismo, a través de material auténtico, se intenta acercar a los alumnos a temáticas motivadoras que les permitan interactuar a partir del desarrollo de habilidades pragmáticas y socioculturales que trascienden y atraviesan los desempeños comunicativos.

2. Con respecto de las capacitaciones y certificaciones docentes, ¿por qué, sobre todo para hablantes nativos, es importante formarse en la enseñanza del ELE?

En el campo de ELE es fundamental la capacitación permanente del profesorado. La experiencia ha demostrado que aun la formación de Profesor de Castellano o de Letras resulta insuficiente a la hora de llevar adelante la enseñanza de ELE. Se requiere un conocimiento del funcionamiento de la lengua que permita responder los interrogantes que surgen para quien la aprende como lengua segunda. Esos interrogantes son, justamente, los que guían el diseño de un programa de enseñanza.

El profesor de ELE debe poseer un sólido y profundo conocimiento del sistema lingüístico y de sus subsistemas (fonológico, morfológico, sintáctico, léxico y pragmático). así como del funcionamiento de otros sistemas lingüísticos, de manera de valerse didácticamente de los contrastes, analogías e interferencias entre distintas lenguas. Debe conocer las variedades dialectales del español para poder informar a sus estudiantes sobre las distintas manifestaciones que ofrece la misma lengua; debe tener criterio para seleccionar la variedad a enseñar y debe saber (distanciándose de lugares comunes de muchos usuarios de la lengua) que no existe un mejor español que otro por la región de uso, sino que la variación es un rasgo inherente a toda lengua viva. Además, los conocimientos acerca de los procesos cognitivos que se despliegan en el aprendizaje de una lengua así como de la incidencia de factores ambientales en esos procesos deben ser parte del acervo de conocimientos de un docente de ELE. Debe desarrollar sus habilidades en el uso de las nuevas tecnologías para poder utilizarlas de manera significativa en sus propuestas de enseñanza, con el fin de potenciar las singularidades que ofrecen en comparación con las tecnologías tradicionales. Y un aspecto primordial en la enseñanza de segundas lenguas se vincula con los aspectos interculturales. Un profesor debe poseer un espíritu de permanente indagación en la propia cultura de manera de desnaturalizar ciertos patrones de conducta, exotizar lo propio y familiarizar lo ajeno, para propiciar en el aula el desarrollo de actitudes de respeto y valoración de lo diferente.

Fundamentalmente, un profesor debe poder asumir una actitud crítica y reflexiva sobre su práctica y debe poseer criterio fundamentado para seleccionar contenidos, metodologías y recursos, además de poder construir conocimiento sobre su práctica. Todo esto lo provee la formación continua y rigurosa sobre su objeto de estudio.

3. ¿Qué impresiones le deja el I Encuentro ELE en la PUCP?

En primer lugar, agradezco inmensamente la generosidad de Carmen Saucedo, por permitirme participar, teniendo en cuenta que se trataba de un encuentro de profesores de Perú. Agradezco también la cálida recepción de muchos de los asistentes que me manifestaron su interés por conocer cómo se está desarrollando la enseñanza de ELE en Argentina y que, a su vez, me comentaron algunas de sus experiencias.

El Encuentro ofreció un panorama completo de la experiencia que se viene desarrollando en el país, que no es poca, por lo que la realización de un evento de estas características resultaba imperioso. En todas las presentaciones se evidenció rigor analítico, sólida fundamentación y actitud crítica y reflexiva, además de que hubo oportunidad de conversar con los expositores. Me llamó la atención la gran cantidad de asistentes y su participación activa en la instancia de diálogo con los disertantes.

Todos salimos enriquecidos y con mucho entusiasmo para volver a nuestra labor en la enseñanza de ELE, para seguir pensando en replicar estos encuentros y, por qué no, para empezar a estrechar lazos entre Perú y Argentina en este campo.

4. Por último, hasta donde ha podido observar durante su visita al Perú para el Encuentre ELE, ¿qué oportunidades ve para el desarrollo de la enseñanza de español como lengua extranjera en el Perú?

Perú es una plaza privilegiada para los extranjeros por la riqueza de su cultura, de su historia, de su geografía, de su gastronomía, entre otros aspectos. La amabilidad de su gente es un capítulo aparte; constituye una fortaleza a sostener y a seguir desarrollando. Es un país que, en los últimos años, muestra hacia el exterior una economía y un clima social estable que hace que para el extranjero constituya un lugar atractivo para planificar una estancia que incluya no solo la visita a sus destinos turísticos, sino la posibilidad de realizar otras actividades, entre ellas, el aprendizaje de la lengua española.

Existe, además, una oferta variada para el aprendizaje del español, tanto de espacios formativos de nivel universitario como de espacios ofrecidos por instituciones privadas no universitarias, lo que permite responder a los distintos intereses de los visitantes. Hay profesores con formación de posgrado y una significativa inquietud de los docentes de formarse y de congregarse para potenciar la enseñanza de ELE. La realización de este Encuentro puso de manifiesto el entusiasmo y el interés por dar empuje a la enseñanza del español en el Perú.

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